miércoles, 27 de junio de 2012

Rojo

No sé aceptar lo que carece de sentido común, y ahora mismo eso es un problema.


No me parece que tenga sentido preguntarle al perro por qué ladra, a la serpiente por qué mata o al deficiente por qué se le cae la baba...


Inconscientes de sus actos, de las razones que les llevan a ellos, y las posibles consecuencias. Aquellos que en un pasado más lúcido voluntariamente eligieron el camino de la ignorancia en busca de una falsa felicidad.

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