No sé aceptar lo que carece de sentido común, y ahora mismo eso es un problema.
No me parece que tenga sentido preguntarle al perro por qué ladra, a la serpiente por qué mata o al deficiente por qué se le cae la baba...
Inconscientes de sus actos, de las razones que les llevan a ellos, y las posibles consecuencias. Aquellos que en un pasado más lúcido voluntariamente eligieron el camino de la ignorancia en busca de una falsa felicidad.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario